Nadie dijo que educar a nuestros hijos fuera una tarea fácil. De hecho, desde siempre, fue una aventura.

A pesar de que no exista un manual de instrucciones, en todas las épocas ha habido tradiciones, tendencias y corrientes que guiaron a padres y madres con directrices sobre los caminos a seguir en la crianza de nuestros hijos.



Existen cuatro tipologías distintas de crianza:

  • Padres autoritarios: los que ejercen autoridad sobre sus hijos y deciden todos los aspectos de sus vidas
  • Padres negligentes: aquellos que no muestran interés en formar parte de la vida de sus hijos
  • Padres permisivos: los que no piden mucho de sus hijos, con estándares bajos y poco exigentes con respecto a lo que esperan de sus niños
  • Padres conocedores: aquellos que exigen mucho de sus hijos al tiempo que son altamente receptivos a sus necesidades


Hoy queremos hablaros de una tipología de padres autoritarios que, pese hacerlo con la mejor intención y buscando la mejor educación para ellos, estan poniendo en riesgo su felicidad, salud y bienestar emocional.



Un estudio elaborado por la Universidad de Singapur revelan que la crianza 'tigre' pone en riesgo a los niños de desarrollar una pésima imagen personal, siendo constantemente demasiado duros con ellos mismos.



Las «tiger moms» o «padres tigres» son madres y padres que basan su modelo educativo bajo un plan muy estructurado y estricto donde esperan de sus hijos sólo resultados exitosos.



¿Cómo identificar a los «padres tigres» o las «tiger moms»?



Los padres y madres tigre empujan y presionan a sus hijos para que tengan éxito a base de imponer reglas estrictas e intentan asegurarse de que tengan un buen rendimiento académico, saquen las mejores notas y estén concentrados en tener éxito profesional con el objetivo de que saquen sobresalientes en todo y entren en las mejores universidades.

El fracaso escolar o de cualquier otra actividad extra curricular en la que los niños no sobresalgan es como un reflejo propio, por eso nada está lo suficientemente bien y todo tiene que ser perfecto en sus hijos.



¿Cómo puede afectar ese modelo educativo a los niños y niñas que conviven diariamente en un contexto familiar asfixiante para ellos?



El hecho de que no puedan ver la televisión, jugar a videojuegos, quedar a jugar con amigos o ir a fiestas, siempre bajo la estricta supervisión paterna y/o materna puede derivar en consecuencias peores, como altos niveles de depresión y ansiedad, abuso de sustancias o hasta el propio suicidio.

Los menores que sufren esta asfixia académica suelen ser niños/as muy críticos consigo mismos, con su autoconfianza en mínimos pudiendo cuestionarse todos sus movimientos. Esta realidad hace que, aunque lleguen a alcanzar el éxito profesional, estén constantemente preocupados porque lo que hacen no sea suficientemente para sus padres.



¿Qué deberiamos hacer como padres?



Desde el departamento de psicopedagogía y psicología infantil en Institut Alba, recomendamos tanto a padres como familiares implicados en la educación de los niños, les  apoyemos en su autonomía  y  les guiemos en la consecución de los objetivos vitales de la etapa infantil.

Es prioritario que, desde pequeños, les permitamos y enseñemos a jugar (solos, con nosotros o con amigos) y que, a la vez, potenciemos el establecimiento de relaciones con sus iguales. Así mismo, es vital que les acompañemos en la resolución de conflictos para que puedan aprender estrategias que les permitan afrontar sus problemas a posteriori.

De esta manera estaremos priorizando su máximo desarrollo personal, emocional, social y académico. Al fin y al cabo, su felicidad y autonomía es lo que todos los padres anhelamos para nuestros hijos.

Meritxell Alcaraz Forte

Psicóloga colegiada núm. 13.018

Directora Institut Alba - Premià de Mar (Maresme)

 

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