Seguro que la mayoría de vosotros habéis oído hablar sobre la DISLEXIA. Incluso es posible que tengáis un hijo o un familiar que presenta esta dificultad y que, además, vosotros mismos os hayáis podido ver reflejados en muchas de las dificultades asociadas al aprendizaje de la lectoescritura que los pequeños con dislexia presentan.

La dislexia es una Dificultad Específica de Aprendizaje (DEA) de origen neurobiológico, caracterizada por la presencia de dificultades en la precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras escritas y por un déficit en las habilidades de decodificación lectora y deletreo.

Estas dificultades son consecuencia de un déficit en el componente fonológico del lenguaje y no están relacionadas con el correcto desarrollo del resto de habilidades cognitivas las cuales se desarrollan con plena normalidad.

Actualmente, la dislexia viene definida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) como un Trastorno Específico del Aprendizaje incluido dentro de la categoría de trastornos del neurodesarrollo.

La International Dyslexia Association EDA (Asociación Europea de Dislexia) estima que cerca del 10% de la población presenta esta dificultad.

"La dislexia mantiene una universalidad neurológica y se manifiesta de manera diferente según las lenguas"

Si bien las investigaciones coinciden en la universalidad neurológica de la dislexia, sus manifestaciones son diferentes en las distintas lenguas, en función de la transparencia o regularidad de su sistema ortográfico.

 En lenguas que tienen un sistema ortográfico más opaco, como por ejemplo la lengua inglesa, la correspondencia entre grafema (letra) y fonema (sonido) es menos regular y las manifestaciones de la dislexia están más relacionadas con errores en la precisión.

 En cambio, en las lenguas que tienen un sistema ortográfico más transparente, como el español, los errores pueden pasar más desapercibido y debemos estar muy atentos a otros factores como la velocidad, la fluidez y la automatización de la lectura para que la dificultad presente no pase desapercibida.

"La dislexia no está relacionada con la inteligencia general"

Queremos subrayar que la dislexia no está relacionada con la inteligencia general. Es más, es cuando el niño presenta una inteligencia normal o superior a la media pero no logra las habilidades adecuadas en la lectura y en la escritura que serían esperables por su edad y nivel de escolarización cuando debemos plantearnos la presencia de dislexia y realizar una evaluación psicopedagógica completa.

 Meritxell Alcaraz Forte

Psicóloga colegiada núm. 13.018

Directora Institut Alba - Premià de Mar (Maresme)

 

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