Emociones suspendidas del árbol de navidad
La Navidad y año nuevo son posiblemente la época del año con mayor carga emotiva. En un breve periodo de tiempo de tan sólo dos semanas emergen intensas y dispares emociones, desde la ilusión y la alegría hasta la tristeza y añoranza.
Durante estas semanas viviremos encuentros sociales y familiares en los que se cometen excesos, ya sea en comidas o cenas, o trasnochando más de lo necesario para nuestro bienestar físico y emocional. Pero sin duda, la mayoría de los reencuentros familiares traen consigo de manera especial y significativa los recuerdos, ya sea por seres queridos que ya no se encuentran físicamente con nosotros y echamos tantísimo de menos, como de tiempos pasados que, a veces, consideramos fueron mejores.
Para la mayoría de las personas, la Navidad pasa muy deprisa y desearía que se alargara más en el tiempo. En cambio, para otras muchas pueden hacerse muy largas y desearían que no llegaran o bien esperan que finalicen pronto.
En Institut Alba somos consciente de los miedos e inseguridades que surgen ante los cambios vitales que se dan de manera continuada en nuestras vidas y que debemos afrontar de la manera más adaptativa posible.
La Navidad es justo uno de esos momentos vitales que genera un mar de emociones, pensamientos y cuestionamientos acerca de nuestra existencia y nuestras relaciones familiares y sociales, pudiendo en muchos casos generarse crisis personales que afectan significativamente a nuestro bienestar físico y emocional.
Las crisis personales pueden ser un auténtico motor de cambio cuando se afrontan de forma adaptativa.
Las crisis personales suelen presentarse ante cambios relevantes en nuestra vida, momentos en que todo se tambalea y nos deja bordeando el fuera de juego. A lo largo de nuestras vidas ocurren multitud de cambios relevantes que inciden en nuestra manera de estar presentes. A modo descriptivo os planteamos diversas situaciones que seguramente hayáis vivido y/o experimentado en algún momento de vuestra vida:
- Cambios de estudios y/o trabajo
- Muerte de un ser querido
- Diagnóstico de una enfermedad grave
- Entrar vitalmente en una nueva década
- Experiencias trágicas y/o traumáticas
- Tener hijos y aprender a ser padres
- Convivencia, matrimonio o divorcio
La ansiedad tiende a surgir durante las transiciones y refleja la dificultad para adaptarse, a menudo relacionada con la pérdida de seguridad y protección.
A menudo no resulta sencillo identificar y comprender que nos encontramos en una etapa de crisis personal porque estamos tan inmersos en el sufrimiento que somos incapaces de analizar con cierta perspectiva debido a los sentimientos y emociones que nos envuelven.
Las personas que se encuentran en una crisis personal suelen experimentar una variedad de sintomatología como:
- Ansiedad
- Depresión
- Sentirse abrumado
- Aislamiento
- Falta de motivación y energía
- Soledad
- Preocupación e ideas obsesivas
Meritxell Alcaraz Forte, directora clínica y psicóloga sanitaria especialista en terapia individual y de grupo, nos comenta en las sesiones clínicas que llevamos a cabo periódicamente para analizar y coordinar la intervención terapéutica, que las personas que padecen de base algún trastorno ansioso depresivo o personalidades complejas suelen presentar muchas más dificultades ante cambios vitales, exacerbándose la sintomatología base de las mismas.
En Institut Alba, tanto en terapia individual de psicología de adultos como en sesiones familiares en psicología infantojuvenil, traspasamos a nuestros pacientes que la ansiedad es una respuesta normal pero exagerada ante determinadas experiencias, aunque la intención de nuestra mente y cuerpo es realmente protegernos ante estímulos que interpretamos como ciertamente peligrosos.
El problema real es la interpretación posiblemente errónea y la reacción de alarma exagerada que tenemos ante ese esa situación.
Precisamente por ello, debemos ser conscientes de cómo percibimos e interpretamos la situación que nos genera la ansiedad y de qué manera podemos gestionarla para conseguir estrategias, aprendizaje y los mejores resultados posibles.
En general, nos encontramos en la primera visita de recogida de información como nuestros pacientes establecen auto estrategias de evitación o afrontamiento desadaptativo antes de solicitar nuestra ayuda, por eso siempre les transmitimos que el camino puede ser complejo pero que la solución pasa por desbloquear las emociones y/o propósitos, de ahí la importancia de contar con ayuda profesional.
La terapia integradora, partiendo de la base cognitivo conductual te ayudará a cuestionar esos propósitos en la vida y proporcionar herramientas y estrategias para redireccionar el camino por donde moverte sin perder de vista tu propia esencia.
Por este y otros motivos queremos a través de este artículo ofreceros unos breves consejos que puedan ayudarte en esos pequeños baches existenciales que las crisis personales hacen que debamos enfrentarnos, y sean catalizadores que os ofrezcan una perspectiva y resulte una experiencia positiva para ti o para las personas que quieres.
Consejos prácticos para abordar una crisis personal
- Escríbelo: Saca una libreta y anota tus pensamientos. En las respuestas encontraremos cómo hacer frente tu crisis personal.
- Busca apoyo: Hablar con tus seres queridos sobre tu crisis personal puede ayudarte a obtener una perspectiva de vida diferente y recordarte el impacto positivo que has tenido en sus vidas.
- Medita: La meditación puede ayudarte a reemplazar los pensamientos negativos y ayudar a prevenir la ansiedad y la preocupación obsesiva relacionada con una crisis existencial.
Pasar por una crisis personal es más común de lo que podrías imaginarte y ni mucho menos tienes porque pasarlo solo/a. Si crees que estás pasando una crisis existencial y no sabes como afrontarla o piensas que no vas a poder superarla, llámanos y encontrarás el apoyo necesario para solucionar aquello que te inquieta, angustia e intranquiliza en tu vida.
Sandra Romero Pérez
