La Navidad son fechas de reencuentros, afecto y celebraciones múltiples con amigos, compañeros de trabajo y familia; pero como todo en la vida, también tiene otra cara, repleta de desencuentros y distanciamientos que puede acarrearnos un desgaste emocional alto, donde la ansiedad, estrés, angustia y cansancio hagan acto de presencia sino conseguimos gestionar y regular adecuadamente nuestras emociones.

Seguramente, después de leer estos primeros párrafos del artículo recordéis conflictos y desencuentros acaecidos en vuestro propio seno familiar. Rupturas sentimentales, enfrentamientos entre padres e hijos con el abandono del hogar por desacuerdos, gestión de herencias, entre otras muchas ocasiones en la que el proceso de toma de decisiones difiere de una buena gestión emocional para evitar consecuencias que ahonden en conflictos mayores o crisis familiares de mayor calado.

  

Vale más calidad que cantidad; vale más lo que hay, que lo que “podría haber”

 

La vida en sí misma nos plantea conflictos continuamente, debido a nuestras experiencias, prejuicios, creencias y miedos que hemos ido construyendo e influyendo en nuestra manera de pensar llevándonos a culpabilizar a la otra/s persona/s sin asumir nuestra parte de responsabilidad.

 

La certeza y el autoritarismo, con frecuencia, van de la mano timoneada por ideas preconcebidas de lo que nos gustaría o esperaríamos de los demás. A través de la observación y la toma de conciencia, el conflicto debe permitirnos conocernos a nosotros mismos y a los demás, descubriendo puntos de vista alejados de nuestras creencias que debería permitirnos madurar como profesionales y personas.

Planteamos al equipo de psicología de adultos de la consulta sobre la cuestión y nos comentan que una vida sin conflictos carece de sentido, ya que viviríamos aislado socialmente. Para ejemplificar su planteamiento mencionan a Daniel Goleman, prestigioso psicólogo y periodista autor del best seller “Inteligencia Emocional” a través de una de sus frases célebres:

 

«El éxito de una pareja está en cómo llegar a un acuerdo sobre cómo estar en desacuerdo»

En prácticamente todas las relaciones interpersonales observamos personas con una sorprendente falta de curiosidad expresándose con una  certeza absoluta y sin dejar espacio para la duda. Este prototipo de personas muestra un elevado grado de seguridad en  sí mismos, afirmando que conocen, entienden y pueden hablar con criterio por experiencia propia  de los demás sin más discusión o sin espacio para preguntas.

En Institut Alba creemos que podemos ir más allá afirmando que los desencuentros son innatos a nuestra naturaleza. La salud emocional de todos los miembros de la familia debe medirse a partir de su propia capacidad para gestionar sus pensamientos y emociones de forma constructiva.

La confrontación o los conflictos crean marcos mentales y emocionales cerrados prevaleciendo la voluntad de vencer sobre el esfuerzo por convencer.

Cuando atendemos a familias que acuden a consulta para intervenir en conflictos familiares, en la sesión previa de recogida de información les trasladamos que los miembros que trabajen en reparar aquellos momentos de discordia experimentarán cambios significativos que promoverán su crecimiento personal e interpersonal tanto en el ámbito personal como profesional.

Sandra Romero Pérez, psicóloga especializada en psicología infanto-juvenil nos comenta el caso de dos hermanas que después de varios años de peleas continuadas y periodos de distanciamiento acabaron siendo damas de honor en sus respectivas bodas.

En todos los procesos de mediación familiar en Institut Alba establecemos una comunicación efectiva para transmitir necesidades y realizar propuestas en un contexto neutral, que disminuya la intensidad emocional proporcionando un ambiente donde la comunicación entre los miembros de la familia les resulte más eficaz y colaborativa.

Recomendaciones para fortalecer las relaciones interpersonales: 

 

  1. Reconocer la existencia del problema: Sin reconocimiento y aceptación de  corresponsabilidad en su resolución, no podremos avanzar.
  2. Búsqueda de acuerdos en el propio desacuerdo:  Podemos defender nuestros pensamientos y emociones sin cuestionar la legitimidad de la otra persona.
  3. Predisposición a ceder: Llegar a acuerdos transversales sobre qué mecanismos y reglas del juego puedan ser aceptadas por las partes.
  4. Activar la Creatividad: No hay soluciones sencillas ante problemas complejos dentro del seno familiar, social o profesional.
  5. Mostrar una actitud inclusiva: Todos debéis sentiros  copartícipes de la solución al conflicto que se ha generado.
  6. Actitud valiente: Para poder establecer reconexiones emocionales hace falta predisposición a salir de nuestra zona de confort.

Esperamos que nuestros consejos sean de ayuda en aquellas heridas abiertas en la actualidad y que podrían reabrirse en unas fechas donde todos deseamos celebrar de la mejor manera posible.

En caso de que necesitéis de ayuda profesional para resolver estos conflictos interpersonales en nuestro proceso de intervención mediadora familiar trabajaremos:

  • La conexión de ideas alternativas que en la actualidad obstaculizan nuestras necesidades.
  • Buscaremos soluciones distintas a las habituales.
  • Normalizaremos las dificultades a las que debéis afrontar.
  • Asistencia constructiva y aplicable a vuestra realidad familiar.
  • Propuesta de intervención precisa y justificada.

 

 

Meritxell Alcaraz Forte 

Psicóloga colegiada núm. 13.018 

Institut Alba: Centre de Psicologia, Psicopedagogia i Logopèdia

Prestamos nuestros servicios en localidades cercanas en el Maresme: Vilassar de Mar, Vilassar de Dalt, Premià de Dalt, Cabrils, Cabrera, El Masnou, Alella, Teià, Tiana, Mataró, Montgat. También nos encontrarás en psicología online.