La enfermedad o el trastorno mental es una alteración ininterrumpida en el tiempo de tipo emocional, cognitiva y/o de comportamiento, en que quedan afectados la emoción, motivación, conducta, la percepción, el aprendizaje, el lenguaje, etc.



«Un diagnóstico precoz y unas intervenciones terapéuticas eficaces influirán en las trayectorias evolutivas y podrán cambiar el curso del trastorno o la enfermedad»



La mayoría de trastornos mentales se gestan durante la infancia y/o la adolescencia y se perpetúan en la edad adulta, siendo en muchos casos muy complicado para los padres identificar qué les está sucediendo a sus hijos y poder ayudarles.



«La Organización mundial de la salud indica que el 50% de los problemas de salud mental en adultos comienzan antes de los 14 años y el 75% antes de los 18 años.»




En la infancia y adolescencia los trastornos desde el ámbito de la psicología los definimos interrupciones en el desarrollo del pensamiento, la conductas, habilidades sociales o en la regulación de las emociones adecuadas a su edad. Los síntomas generados inquietan y perturban de manera relevante a los menores ya que imposibilita su capacidad de desenvolverse en casa, la escuela o en su entorno social.



¿Por qué resulta tan complicado comprender e identificar los trastornos en la infancia y adolescencia?



Estamos hablando de una etapa de desarrollo constante tanto físico como mental, en la que los cambios son continuos en ese tramo de la vida. Además debemos añadir, que los síntomas difieren según la edad y es muy probable que los menores no sepan expresar sus sentimientos y su comportamiento.



“A pesar de los avances sociales, todavía existen estigmas asociados a las enfermedades y trastornos mentales que impiden a los padres a buscar atención profesional para aquellos niños y/o adolescentes que padecen dificultades en su desarrollo mental.”



¿Sabrías identificar los trastornos más comunes en niños y adolescentes?



En Institut Alba, después de dieciocho años atendiendo a niños y adolescentes, identificamos los principales trastornos por los que nos solicitan ayuda terapéutica:

  • Trastornos de ansiedad: En este caso hablamos de miedos, preocupaciones o ansiedades persistentes que perturban su capacidad para participar en juegos, la escuela o instituto o en la propia interacción social tan necesaria en ese tramo vital. Los diagnósticos incluyen el trastorno de ansiedad social, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno obsesivo-compulsivo.
  • Depresión y otros trastornos del estado de ánimo: La depresión es un sentimiento persistente de tristeza y pérdida de interés que perturba la capacidad de los menores para desempeñarse en la escuela e interactuar con los demás. En el trastorno bipolar por ejemplo provoca cambios del estado de ánimo entre la depresión y la euforia.
  • Trastornos alimentarios:  Los trastornos alimentarios se definen como la preocupación por un tipo de cuerpo ideal, el pensamiento desordenado sobre el peso y la pérdida de peso, y los hábitos alimenticios y de dieta riesgosos. Los trastornos alimentarios, como la anorexia, la bulimia y el trastorno alimentario compulsivo, pueden dar lugar a disfunciones emocionales y sociales y a complicaciones físicas que ponen en riesgo la vida.
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad: En comparación con la mayoría de niños y adolescentes de su misma edad, los menores con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen dificultades de atención, conductas impulsivas, hiperactividad o alguna combinación de estos problemas.
  • Trastorno del espectro autista: El trastorno del espectro autista es una afección neurológica que se manifiesta en la infancia. Los niños que lo padecen tienen dificultades para comunicarse e interactuar con los demás.
  • Trastorno por estrés postraumático:  El trastorno por estrés postraumático es un sufrimiento emocional prolongado, ansiedad, recuerdos inquietantes, pesadillas y conductas perturbadoras en respuesta a la violencia, al maltrato, a las lesiones o a otros sucesos traumáticos.
  • Trastorno por consumo: El consumo de sustancias tóxicas genera adicción y provoca alteración en la percepción de la realidad, crisis de pánico, disociación y otros trastornos emocionales y de conducta.


    Una vez identificados los principales trastornos deberíamos plantearnos qué señales de advertencia podríamos detectar para un diagnóstico precoz y una intervención adecuada. Tras consultar al equipo de psicólogas del departamento de psicología infantil y psicología juvenil nos identifican las siguientes señales de alarma:

    • Tristeza
    • Evitar reunirse con amigos/as
    • Autolesionarse
    • Hablar de muerte o suicidio
    • Rabietas o irritabilidad
    • Cambios de humor, comportamiento o personalidad
    • Cambios en los hábitos alimenticios
    • Pérdida de peso
    • Dificultad para dormir
    • Frecuentes dolores de cabeza o de estómago
    • Dificultad para concentrarse
    • Cambios en el rendimiento académico
    • Evitar o faltar a la escuela


¿Qué hacer si nos encontramos ante síntomas como los comentados?



Desde Institut Alba recomendamos a los padres y madres que observen su entorno mas cercano ( amigos/a, profesores de la escuela o Instituto, así como otros familiares o amigos de la família). Una vez disponemos de mas información deben ponerse en conocimiento del pediatra para realizar un primer diagnóstico en función de los signos y síntomas que le afectan en su vida diaria. Una vez evaluado la situación el médico recomendará acudan a un especialista para que realice una evaluación y diagnóstico más detallado.



¿Qué podemos esperar al acudir a un psicólogo/a?



Los diagnósticos en psicología infantil y/o psicología juvenil pueden durar en el tiempo debido a las características intrínsecas del propio desarrollo del menor. Además, el profesional que atiende el caso debe generar un clima de confianza idóneo pues, a estas edades, los menores presentan dificultades para comprender y expresar sus sentimientos.

Por otro lado, la terapeuta principal debe realizar un asesoramiento integral a todos los miembros de la familia, para transmitir su importancia en el plan de intervención a realizar. Y por último, en las enfermedades o trastornos de salud mental deben intervenir distintos profesionales donde la figura del psicólogo/a debe emerger como clave de interconexión entre los mismos para que sea efectivo el tratamiento.


Nuestra experiencia nos dice que tengáis paciencia, sigáis las recomendaciones del equipo de psicología y a través de vuestro apoyo incondicional y una adecuada intervención terapeutica lograremos reconducir y resintonizar aquellos sentimientos o dificultades que ahora tanto preocupan y desequilibran tanto a ellos como al resto de la família.

Meritxell Alcaraz Forte 

Psicóloga colegiada núm. 13.018 

Institut Alba: Centre de Psicologia, Psicopedagogia i Logopèdia

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